Transformar para avanzar: La Clave del desarrollo de las Mujeres en Minería

Entrar al mundo de la minería como mujer no es solo un reto técnico o profesional: es también un reto mental y emocional. Porque más allá del equipo de seguridad o los estándares operativos que tenemos que cumplir, muchas de nosotras llevamos un equipaje invisible: el de nuestras creencias limitantes.

Y no es casualidad. Hemos crecido escuchando frases como “ese trabajo es muy duro para una mujer”, “si quiero avanzar tendré que esforzarme el doble”, o “si digo lo que pienso o estoy en desacuerdo con los demás me tildarán de conflictiva. Estas ideas, aunque nunca dichas directamente, se instalan en nosotras y se convierten en barreras que frenan nuestro desarrollo, incluso antes de dar el primer paso.

Hoy, como mujeres que decidimos crecer un sector históricamente masculinizado, necesitamos hacer algo vital: Transformar nuestras creencias.

Las creencias limitantes más comunes y cómo derribarlas:

1. “Como soy mujer, tengo que esforzarme el doble para que me tomen en serio”

Esta creencia nace de una realidad histórica: la subrepresentación femenina en la minería. Muchas mujeres sienten que deben rendir más, callar dudas y evitar errores para ser validadas. Pero mantener esa presión constante solo lleva al desgaste físico, emocional y mental. La buena noticia es que cada vez más empresas, están abriendo espacios porque entienden que el talento no tiene género.

Transformación de la creencia:
“Mi valor no depende de demostrar el doble, sino de creer el doble en lo que aporto.”
Confianza, preparación y autenticidad son suficientes para dejar huella. No necesitas sobreactuar tu capacidad: ya la tienes.

2. “Si digo lo que pienso o estoy en desacuerdo, me van a tildar de conflictiva.”

Esta creencia proviene de patrones culturales que enseñan a las mujeres a ser agradables y evitar el conflicto. En sectores como la minería, el miedo a ser malinterpretadas se refuerza por la baja presencia femenina. Además, muchas han vivido cómo sus opiniones fueron desvalorizadas, a diferencia de sus colegas hombres.

Transformación de la creencia:
“Expresar mi opinión con respeto no es ser conflictiva, es ser profesional.”
Cuida el “cómo”, pero no calles el “qué”: expresar desacuerdo con asertividad y respeto no te quita valor, te posiciona como alguien que piensa y propone. Apóyate en datos o experiencia: expresar desacuerdos con argumentos sólidos refuerza tu credibilidad. Busca referentes: observa cómo otras mujeres líderes comunican sus ideas con firmeza y autenticidad.

3. “Solo he tenido acceso a prácticas en pequeña minería. Eso me deja en desventaja”

Cada experiencia es valiosa. La pequeña minería muchas veces exige más versatilidad y creatividad. Te enseña a adaptarte con menos recursos, a resolver rápido, a trabajar en entornos reales.

Transformación de la creencia:
 “Toda experiencia suma. Lo importante es cómo la uso para seguir creciendo.”
Lo que marca la diferencia no es dónde empezaste, sino cómo evolucionas desde allí.

Cambiar creencias no es negarlas, es resignificarlas

Transformar no significa ignorar las dificultades, sino verlas desde una nueva perspectiva. Como mujeres en minería, no necesitamos encajar en un molde preexistente, sino construir nuestro propio modelo de liderazgo.

Transformar nuestras creencias limitantes es:

  • Pasar del miedo a la convicción.
  • Cambiar el “no puedo” por “todavía no lo he logrado, pero lo haré”.
  • Saber que tu voz vale, aunque aún estés aprendiendo.

¿Cómo empezar a transformar mis creencias?

  1. Identifica tus creencias limitantes. ¿Qué frases repites cuando dudas de ti misma?
  2. Confróntalas con evidencia. ¿Es realmente cierto eso que crees o solo es un miedo disfrazado?
  3. Redefine tus afirmaciones. Cambia “no tengo experiencia suficiente” por “estoy ganando experiencia y tengo mucho que ofrecer”.
  4. Rodéate de referentes. Habla con otras mujeres que estén en el camino. Aprende de quienes ya transformaron sus creencias.

Recuerda que ser una mujer en minería es un acto de coraje y determinación. Pero para sostener ese avance, necesitamos cambiar lo que creemos equivocadamente de nosotras mismas. El verdadero mineral valioso que debemos explorar y explotar está dentro de nosotras mismas: ahí donde está nuestra determinación, talento y resiliencia.

Porque como mujeres, sabemos que cuando se nos da una oportunidad, lo dejamos todo en la cancha. Ya es momento de que dejemos de creer que somos consideradas “visitantes” en la minería. No estamos en este sector por el hecho de aumentar un % en la cuota de diversidad o porque tuvimos suerte: creamos, de verdad, que ya somos parte del presente y constructoras del futuro minero en nuestro país y el mundo.

Porque todo gran cambio empieza con una nueva creencia.

5 Comments

  1. Muy buen artículo, nos muestra que muchas veces el mayor reto para las mujeres en minería no es solo el trabajo, sino lo que creemos de nosotras mismas. Cambiar esas ideas negativas es el primer paso para poder crecer y mejorar como profesional

  2. Muchas gracias por compartir este artículo de Gran motivación y reflejar en nosotras las mujeres que si podemos y somos capaces de lograr todo en el camino,somos el mineral más valioso y con un alma llena de coraje y determinación.

  3. Gracias por el artículo. Me sentí completamente identificada. A veces una misma es su mayor obstáculo, pero leer esto me recordó que no tengo que demostrar el doble para valer, solo creer más en lo que ya soy y en lo que puedo aportar. Gracias por este mensaje tan poderoso. Me voy con más ganas, más confianza y con la certeza de que sí tenemos un lugar en esta industria.

  4. Leer este artículo me ha motivado aún más a seguir preparándome para ser parte activa del sector minero. Como futura profesional, creo firmemente que transformar nuestras creencias es el primer paso para avanzar. Estoy convencida de que el valor que aportamos como mujeres no depende de demostrar el doble, sino de creer con fuerza en lo que somos capaces de lograr. Ser parte de Gold Fields significaría para mí la oportunidad de crecer en un entorno donde el talento y la determinación cuentan más que los estereotipos

  5. Un artículo muy interesante y con gran veracidad.
    Muchas veces por ser mujeres nos toman como referencia a lo débil o que nos quejarnos de todo.
    En mi corta experiencia, viví el rechazo en propuestas laborales por el simple echo de ser mujer teniendo aun cierto conocimiento que otros candidatos.
    Ello muchas veces me hizo pensar que talvez debería aceptar un sueldo menor con tal de ser aceptada.
    Si embargo, nosotras como mujeres debemos valorarnos primeros y repestar nuestras capacidades. El género es indistintivo. Las mujeres podemos hacer igual de actividades que muchos varones y aportar en la minería tal como ellos. Porque la experiencia y conocimiento no tienen género.

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