En cada proceso de selección damos lo mejor de nosotros. Investigamos la empresa, actualizamos el CV, afinamos el discurso, repasamos logros y respondemos con seguridad. Nos preparamos con tanto empeño que, al recibir la ansiada llamada de “¡bienvenido al equipo!”, sentimos que la meta ha sido alcanzada. Pero… ¿y si te dijera que ese momento es apenas el punto de partida?
El verdadero desafío no es conseguir el trabajo, sino construir una carrera con propósito, crecimiento y bienestar. Desde el primer día, ya no basta con mostrar potencial: ahora toca demostrarlo, sostenerlo y evolucionarlo. Y, como en la vida misma, todo comienza con una pregunta: ¿Qué quiero lograr?
No solo dentro de la empresa, sino también en tu área de especialización y el sector en el que te desarrollas. Ese enfoque estratégico es lo que activa el «músculo de la empleabilidad», ese que no solo te hace visible, sino que te mantiene vigente, competente y en bienestar. Para eso, hay que transformar las herramientas que usaste para ser seleccionado, en recursos que sostengan tu desempeño.
Aquí te compartimos 3 claves esenciales para gestionar tu empleabilidad dentro de una nueva organización:
1. Comunicación clara, oportuna y a todo nivel
Hablar con confianza y empatía, sin importar el cargo del interlocutor, te vuelve visible y confiable. Comunicar bien no solo resuelve problemas: abre puertas.
2. Compromiso con tu desarrollo
No basta con cumplir funciones. Estudia, capacítate, busca un mentor, mantén activo tu aprendizaje. Así te preparas para lo que viene y multiplicas tu valor.
3. Apertura al feedback
Jefes, pares y las personas que conforman tu equipo, tienen una mirada valiosa sobre tu desempeño. Saber escuchar e identificar qué mejorar es clave para crecer con intención y enfoque.
Así que no, lo más fácil no está por venir. Pero sí lo más desafiante y valioso: una carrera construida con conciencia, aprendizaje y evolución. Porque quien pone el foco en lo importante termina alcanzando lo que realmente busca.
¿Estás listo para construir algo grande? La entrevista solo fue la puerta. Lo que viene es tu viaje profesional, y lo mejor es que… ¡el rumbo lo marcas tú!
