
En un mercado laboral competitivo, no siempre es el más calificado desde el ámbito técnico, quien obtiene el puesto, sino quien mejor comunica su valor. La comunicación estratégica —entendida como la forma en que presentamos nuestras habilidades, motivaciones y logros— es el pilar central de todo proceso de selección exitoso.
A continuación, exploramos cuatro dimensiones claves donde la comunicación se convierte en una herramienta decisiva para destacar y posicionarte como profesional.
1. El CV: Tu primera carta de presentación
El contenido del currículum vitae debe estar diseñado estratégicamente para transmitir logros, capacidades y diferenciadores que definen tu ventaja competitiva frente a los demás candidatos.
¿Qué debe incluir?
- Principales hitos académicos: menciona ranking, becas u honores si los tuviste. Ejemplo: «Primer puesto del programa de Administración de Empresas, Universidad XYZ.»
- Actividades extracurriculares: incluye voluntariados, participación en congresos o clubes profesionales. Esto comunica compromiso, liderazgo y proactividad.
- Logros concretos: de cada experiencia que hayas tenido debe resaltar un resultado. Ejemplo: «En el año 2023 lideré el área de servicio al cliente en donde logré incrementar en 20% la satisfacción del cliente mediante una estrategia de mejora operativa en el servicio.»
El CV no debe ser un listado de tareas, sino un resumen estratégico de impacto profesional.
2. El filtro telefónico: Breve, claro y memorable
Esta etapa inicial suele durar entre 5 y 15 minutos. No hay tiempo para improvisar, por eso es vital comunicar con claridad, estructura y confianza.
Recomendaciones:
- Prepara una breve presentación personal (30 segundos):
“Hola, soy Camila Torres, ingeniería metalurgista por la Universidad ABC, ocupé el tercio superior de mi promoción y logré obtener el primer puesto en el concurso interuniversitario a nivel nacional de investigación metalúrgica en oro 2024, cuento con experiencia pre profesional en laboratorio metalúrgico y en procesos de operaciones mina, además tengo un conocimiento a nivel avanzado de inglés y conocimientos en herramientas de data analítica”
- Responde en orden y con estructura, evitando así divagar.
- Ten claro tu objetivo profesional y tu motivación por el puesto.
Consejo: Ten una lista de 3 mensajes clave que sean breves (1 minuto máximo) que deseas dejar en esa llamada, y asegúrate de mencionarlos.
3. Comunicación verbal y no verbal en entrevistas o assessment centers
Aquí el lenguaje corporal, la apariencia y la actitud dicen tanto como las palabras.
Aspectos clave:
- Postura corporal segura: espalda recta, contacto visual y gestos moderados.
- Buena presentación personal: vestimenta alineada al sector y al rol.
- Escucha activa: comprender bien la pregunta es clave para dar respuestas acertadas.
- No improvises tu motivación: antes de la entrevista, investiga los atributos de la empresa (valores, estilo de liderazgo, propósito) y relaciona eso con tus aspiraciones profesionales según tu carrera, además de tus valores personales.
Ejemplo:
“Me motiva esta posición en su cadena porque valoro profundamente la innovación en experiencia del cliente, algo que ustedes promueven a través de su programa de fidelización digital. Me identifico con ese enfoque porque lideré un proyecto similar en la empresa anterior en la que trabajé que elevó el NPS en un 18%.”
Tip adicional: Usa la metodología STAR (Situación – Tarea – Acción – Resultado) para contar logros.
Ejemplo: “En mi anterior trabajo en la empresa ABC (Situación), enfrentábamos baja demanda del servicio ofrecido (Tarea), por ello propuse alianzas con empresas locales (Acción), logrando un 30% más de ventas en ese período (Resultado).”
4. Conectar tu perfil con los atributos de la empresa
Uno de los errores más comunes es improvisar la motivación para postular. La clave es investigar la empresa a fondo y conectar lo que ofrece con lo que tú buscas como profesional.
¿Cómo hacerlo?
- Investiga su misión, visión, cultura, planes de expansión, noticias recientes.
- Haz una lista de coincidencias entre tu perfil y lo que la empresa representa.
- Utiliza esa información para construir un mensaje de motivación coherente y estratégico.
Esto demuestra preparación, autenticidad y un real interés por el rol.
Conclusión:
La comunicación estratégica no es solo hablar bonito, es saber qué decir, cómo decirlo y cuándo decirlo, con base en la información que investigamos, los objetivos que tenemos y el valor que queremos transmitir.
En un proceso de selección, quien se conoce así mismo (fortalezas, oportunidades de mejora, aspiraciones profesionales), se informa bien sobre la empresa (valores, misión, visión, logros e innovaciones tecnológicas, entre otros), estructura sus mensajes, practica sus respuestas y conecta emocional y racionalmente con la empresa, no solo se postula, sino que se posiciona.
Aprendizaje: El que bien se conoce y bien se informa, bien comunica… y quien bien comunica, multiplica sus oportunidades de éxito!
Recuerda, “antes de hablar, ya estás comunicando”

Muy bueno
Excelentes recomendaciones para una entrevista